Cuando decoramos nuestra casa pensamos en que el resultado nos parezca bonito, quizás en que nos salga barato, pero casi nadie atiende a que los materiales sean ecológicos.
Actualmente, existen ya en el mercado multitud de materiales biodegradables que no contaminan cuando son deshechados y que no nos obligan a renunciar al diseño.
Por ejemplo, existe la pintura ecológica, que no contiene toxinas y que está elaborada a base de plantas vegetales o agua. También podemos vestir las estancias de manera ecológica con alfombras, cortinas y tejidos en general. Estas telas no sintéticas, además de traspirar mejor, aportarán un ambiente natural a la decoración, algunos ejemplos son el algodón, la seda natural, o la lana.
Pero si hay que hablar de materiales ecológicos hay que hablar del vidrio ya que es sostenible por sí solo y además es totalmente reciclable. Es una genial opción para floreros, ceniceros o lámparas.
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Este tipo de materiales son los protagonistas de la llamada construcción sostenible, ecológica o verde.