De entre todas las promociones que hemos desarrollado, hay una que destaca por el especial esfuerzo realizado para integrar el residencial en su entorno natural, esta promoción es Los Flamencos. ¡Sigue leyendo si quieres conocer más de nuestro proyecto!
Sí, concedida por el Ayuntamiento de Cartagena el 20 de diciembre de 2017.
Sí, la Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente (OISMA) emitió informe favorable en diciembre de 2015 y otros dos informes aclaratorios y confirmatorios destinados al Ayuntamiento de Cartagena en agosto y diciembre de 2017.
En ningún caso, puesto que la moción aprobada por la Asamblea Regional en febrero de 2017 excluye de la moratoria los desarrollos en suelo urbano consolidado, como es el caso de la parcela de Los Flamencos, ubicada en el Plan Parcial Playa Paraíso.
La parcela está calificada como suelo urbano consolidado o solar por lo que cuenta con todos los servicios urbanos necesarios: acceso rodado, alcantarillado, alumbrado público, luz, agua, saneamiento y red de acceso a telecomunicaciones.
Al tratarse de suelo urbano consolidado, todos los consumos están previstos ya que se trata de suelo planificado para acoger un volumen de población un 20% superior. Para el tratamiento de aguas residuales que se generen, se cuenta con una EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) situada a pocos kilómetros del residencial.
Sí, y además se ha hecho voluntariamente una reducción del 20% de la edificabilidad permitida y se han dejado de construir un número considerable de viviendas.
El edificio se encuentra a 200 metros del Mar Menor.
En ningún caso. Los Flamencos se ubica en una parcela calificada como suelo urbano consolidado, con todos los servicios y suministros previstos. El residencial se ubica más allá de la Banda de Amortiguación prevista por la Red Natura 2000. Así mismo, se ha contemplado la ubicación del edificio en una línea perpendicular a las Salinas de Marchamalo, identificada como la óptima por la Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente (OISMA).
- Ocupación de únicamente el 15% de la parcela con la edificación (la normativa permite ocupar el 40%).
- Reducción del 20% de la edificabilidad permitida.
- Retranqueo del edificio 100 m. desde la línea de Dominio Público (200 m. desde el Mar Menor).
- Se instalará a lo largo de toda la zona colindante con la banda de amortiguación una barrera acústica mixta consistente en zócalo macizo de un metro de altura, vidrio translúcido y arbolado fonoabsorbente compuesto por vegetación autóctona y de origen comprobado.
- Sistema de alumbrado anticontaminación, con luminarias de alta eficiencia y bajo porte, principalmente balizas y siempre proyectando el haz de luz al suelo para evitar la contaminación lumínica de la bóveda celeste.
- Utilización intensiva de maderas, cuerdas y arena en el diseño de las zonas comunes.
- Vallado exterior de parcela en madera, similar al utilizado para delimitar los entornos naturales.
- El edificio se protege térmica y acústicamente con un recubrimiento de SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior), lo que permite un considerable ahorro de consumo energético en el conjunto residencial.
- Están prohibidos los grandes movimientos de tierras en época de nidificación de avifauna que abarca el período comprendido entre el 1 de marzo y el 1 de septiembre.
- Se prohibirá el paso de vehículos y personal de obra a lo largo de la banda de amortiguación con las Salinas.
- Se limitará el uso de áridos utilizando intensivamente placas de cartón-yeso, así como hormigón fabricado en planta y morteros estabilizados.
- Se prohibirá el acceso a obra a vehículos que no tengan en regla las revisiones de emisión de gases, emisión de ruidos e inspección técnica.
- No se realizarán labores de mantenimiento de la maquinaría en la zona de obra, a fin de evitar vertidos de aceites sobre el suelo.
Todas las medidas ambientales se certificarán y vigilarán por una empresa externa de Control Ambiental que informará directamente a la OISMA.
Tanto en la elección de los materiales de construcción (naturales y reciclables una vez finalizada la vida útil del edificio), como en el diseño eco-eficiente de las viviendas, se ha tratado de reducir al mínimo el impacto medioambiental. No se generarán apenas residuos durante la construcción y se limitará el uso de áridos.
- Durante la edificación, se respetará escrupulosamente la prohibición de realizar grandes movimientos de tierras en época de nidificación de avifauna, que abarca el período comprendido entre el 1 de marzo y el 1 de septiembre.
- Los vidrios nunca serán de efecto espejo para evitar confundir o deslumbrar a las aves. En casos especiales, se instalarán láminas de butiral anti reflectante en el interior de los vidrios.
- No se instalarán papeleras en todo el recinto para evitar atraer aves invasoras.
El residencial Los Flamencos nace con una filosofía de integración y respeto que va más allá de lo legalmente exigible. Invita a vivir en comunión con la naturaleza desde el máximo respeto. Una construcción respetuosa, fruto de un pormenorizado estudio por parte de un equipo multidisciplinar.
El compromiso se extiende al modelo de convivencia con el entorno que promueve: ausencia de zonas de césped u otra vegetación que requiera mucha agua, solo vegetación autóctona, fomento del uso de bicicletas como medio de trasporte con aparca-bicis en todo el residencial y garajes adaptados para que cualquier propietario pueda alimentar su vehículo de carga eléctrica.
En las zonas comunes se ha instalado un sistema de recogida y reutilización de agua de lluvia para su uso en el riego de la parcela. En el entorno de la construcción se instalará señalización referente a la obligatoriedad de la recogida de excrementos de mascotas y el respeto de los caminos y senderos existentes.
Cada propietario contará con un libro de la vivienda en que quedarán recogidos una serie de consejos y recomendaciones para hacer un uso adecuado y responsable de los recursos energéticos e hídricos, así como de la correcta gestión de los residuos. La edificación cuenta con una elevada Certificación energética con reducción de consumos energéticos y emisiones de hasta el 75% sobre la vivienda tradicional.