Hipoteca, notario, impuestos… son los gastos de la compra pero es importante ser conscientes y enterarse bien de los gastos comunitarios que vamos a tener que afrontar mensualmente una vez que adquiramos la vivienda.
Cuando hacemos frente a la compra de una vivienda miramos hasta el último detalle de los gastos que nos va a suponer. Hipoteca, si la necesitamos, gastos de notaría, pago a la inmobiliaria si hemos solicitado sus servicios, incluso la mudanza o la compra del equipamiento de la vivienda. Es imprescindible echar bien las cuentas. Sin embargo, hay otro gasto que cobra también importancia y que en un primer momento podemos pasar por alto o no darle mucha importancia entre los factores de la compra: los gastos de comunidad.
Los gastos que genera el edificio o residencial donde se encuentra nuestra vivienda es un gasto mensual que debemos sumar a nuestra cuota de la hipoteca y a los gastos de luz y agua, por ejemplo. Es imprescindible también, echar bien las cuentas de los gastos mensuales.
¡Que no cunda el pánico! Hay que ser realistas y conscientes de lo que nos supone pero no hay que asustarse.
Los gastos mensuales tienen mucha importancia y más aún en un segunda residencia donde no pasamos la mayor parte del año, en Urbincasa lo sabemos y por ello le prestamos mucha atención a la hora de diseñar nuestro residenciales. El último ejemplo lo tenemos en Alicante con SeaColors, un residencial con unas impresionantes zonas comunes que supondrán a los vecinos, el mínimo gasto posible.
La piscina comunitaria de los nuevos pisos en Playa de San Juan tiene un diseño muy moderno que incluye jacuzzi al aire libre y un exterior de madera sintética que requiere muy poco mantenimiento, y por lo tanto, poco gasto. La madera natural supondría tener que estar tratándola para exterior y humedad cada cierto tiempo.
Otro detalle a tener en cuenta es que la piscina tiene el tamaño máximo posible que se puede tener en la provincia de Alicante sin que nos exijan tener socorrista para poder tenerla abierta. Un gran ahorro para la comunidad de vecinos.
La fachada también tiene detalles que ahorrarán dinero a los vecinos. El ladrillo caravista es lo mejor para soportar el potente sol del levante y la brisa salina del mar. Otros materiales pierden el color o se manchan además de oxidarse. Si no se tiene en cuenta esta situación, a la larga, puede acarrear derramas a la comunidad para mantener el edificio en buenas condiciones estéticas.
Las telas de colores de las ventanas son un detalle de diseño muy característico de SeaColors pero tiene su función también de cara al ahorro de los vecinos. Son también resistentes al sol y no perderán el color y además, protegen la vivienda de las radiaciones dejando pasar el aire. Favorecen la eficiencia energética.
Cuando tenemos una vivienda en el Mediterráneo, el clima caluroso marca la vida y también las condiciones de las zonas comunes de los residenciales, como lo sabemos, en SeaColors hemos optado por una zona de jardín específico para la climatología y otra zona de jardín artificial que no necesita un gasto continuo de agua y personal de mantenimiento.
Como véis, son detalles que los vecinos no van a sufrir ni en comodidad ni en calidad pero que en cambio, sí verán reflejados en la reducción del pago de los recibos.